El hambre en Asia

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Casi todas las tardes me meto en Google Imágenes y escribo "niño gordo", y con tan poca cosa paso el día. Veo unas cuantas fotos de niños gordos y me río mucho y me imagino que me los como y les dibujo mentalmente una nariz de lechón, y todo ello me provoca una alegría que me ayuda a sobrellevar la molicie de la vida contemporánea.

Aún así, los mejores niños gordos se repiten en las primeras páginas de resultados, y ya me conozco de memoria sus mofletes y sus papadas y sus facciones porcinas. Por eso, hoy he decidido innovar y añadir un término a mi búsqueda habitual: "NIÑO GORDO CHINO". Esperaba unir lo mejor de los dos mundos, los niños gordos y los niños chinos, a cuál más gracioso.

Creo que ha sido la mejor idea de mi vida, porque he descubierto a mi nueva inspiración, mi musa:

"MADRE, RELLÉNAME LA ESCUDILLA, QUE ME HE COMIDO TODO EL CONTENIDO DE LA ESCUDILLA PERO TODAVÍA TENGO MUCHA HAMBRE"

Ahí está. El niño más chino y más gordo que jamás ha habido. La criatura más bella sobre la Tierra. La esperanza de la humanidad. Dios te salve, niño gordo chino.